Way, la comunicación entre dos desconocidos
Pocas veces insisto demasiado en que la gente pruebe un juego, pero en serio, este tenéis que probarlo. Puede ser un juego precioso con unos pixeles que te hacen recordar tus tiempos con la Mega Drive, tener una historia que te cautiva de principio a fin, unos gráficos tope punteros donde puedes ver hasta los casquillos de bala rebotar en el casco de tu enemigo…pero este no es ninguno de esos casos. Detrás de unos gráficos tridimensionales de juego de tercera regional, unas animaciones dignas de un capítulo de la serie de dibujos de Super Mario Bros (vale, aquí quizás me he pasado) y una música misteriosa, está el poder de la cooperación entre dos personas completamente desconocidas y la barrera más grande que existe entre ellas: la comunicación.
Way es la historia, como reza su misma web, de dos personas que tienen que aprender a hablar. Un juego en el que vas a tener que entenderte con otra persona que puede ser tanto tu vecino cuarentón del sexto como una niña de doce años que vive en un barrio rico de Japón. Ahí radica completamente la gracia del título, no sabes quién está al otro lado pero te verás obligado a comunicarte con él para hacer frente a los diferentes retos que se te plantearán.
-A partir de aquí relataré mi experiencia con la Alpha y me veré obligado a narrar algunos puzles. Si no quieres estropear la tuya (te lo aconsejo), deja de leer aquí. Descarga el juego de la página oficial, termínatelo, si tu compañero no es muy torpe lo ventilarás en media hora y después sigue leyendo y contando tu experiencia en los comentarios.-
Comenzarás solo, a pantalla completa, aprendiendo como moverte y cuáles son los controles, descubriendo que aparte de correr y saltar, tu habilidad más útil, el movimiento de cabeza y brazos, parecerá en principio la menos relevante. Quienes hayan jugado al Little Big Planet sabrán un poco lo que es esto, mover los brazos y el cuerpo del sackboy como si fuera (de hecho lo es) un muñeco de trapo. Bastante divertido pero poco explotado. Será entonces cuando llegues a una habitación con una pantalla en la que verás un escenario similar al tuyo y con un personaje en negro aparentemente «muerto». Dicho personaje de repente comenzará a andar y llegará a un lugar exactamente igual al tuyo, a partir de ese momento el juego es cosa de dos y como tal, la pantalla será dividida.
En la parte de arriba un personaje oscuro, en la parte de abajo, tú. Echaréis a andar hacia adelante, porque eso es lo que dicta la lógica en un juego, hasta que llegues a una situación en la que uno de los dos no podrá avanzar más, un acantilado ha cerrado el paso. Ese es el momento en el que el compañero se meterá en una especie de altar y empezará a mover los brazos como un loco. Brazo hacia la derecha, brazo hacia la izquierda, los dos arriba…incluso utilizará el icono de darse por vencido porque no sabe como comunicarse contigo. Por supuesto tu iras saltando por el escenario buscando algún interruptor oculto, algo que te de una pista sobre que debes hacer allí y de repente te mantienes en el aire. Tu compañero agita la cabeza hacia arriba y hacia abajo e incluso te sonríe porque parece que lo has pillado, entonces con el brazo izquierdo señala hacia arriba, saltas y BINGO. Todos los movimientos sin sentido que realizaba tu oscuro amigo empiezan a tenerlo, intentaba indicarte donde estaban las plataformas ocultas que tú no puedes ver pero en cambio él, al estar en el altar de su mundo, sí podía. Ya tienes la mecánica y una pieza del puzle que aparece en el cuadrado/círculo dibujado en la pared, es hora de desarrollar tu habilidades comunicativas a un nivel más profundo.
Continuaréis la aventura con más animo, os habéis conseguido comunicar sin voz, sin escritura, sin dibujos, simplemente con vuestras extremidades y un pelín de suerte. Será entonces cuando os toparéis con otro problema: plataformas en movimiento y plataformas invisibles. Aquí ya no vale simplemente con señalar la posición de la plataforma, tenéis que trabajar vuestra reciente comunicación para indicar cuando y donde debe saltar tu compañero para que no caiga al suelo y tengáis que empezar de nuevo. En nuestro caso nos llevo unos minutos ponernos de acuerdo, el movía un brazo pero no entendía exactamente que quería decir, yo realizaba aspavientos con ambas extremidades a fin de que comprendiera que ese era el momento adecuado para saltar. Cansados empezamos a evaluar la situación, entendí que su movimiento del brazo indicaba aparte de la dirección donde estaba la plataforma, el tempo a la hora de saltar. Dicho y hecho, captamos el mensaje, aprendimos a ceder y a centrarnos en que para resolver un puzle podía haber muchas maneras de comunicarnos, pero ambos debíamos estar de acuerdo en cual seguir.
Los dos últimos puzles que enfrentamos requirieron un esfuerzo extra. Una zona aparentemente sencilla en la que ambos teníamos que pulsar unos interruptores y entonces tres plataformas verdes aparecían desde el suelo para ayudarnos a atravesar otro acantilado. Aparentemente sencillo fuimos corriendo a saltar para llegar al borde del obstáculo pero cuando uno se subía en ellas, estas prácticamente al instante caían al suelo de nuevo y para volverlas a activar había que presionar de nuevo los interruptores. Esta vez yo lo vi claro: la sincronización era el problema. De nuevo aspavientos señalando el momento adecuado para saltar, brazos locos agitándose en el aire y evidentemente sin llevarnos a ninguna parte. Afortunadamente recordé que si presionabas el cursor hacia abajo el personaje realizaba una especie de sonido, ahí estuvo la clave. Tras tres intentos fallidos, la cuarta vez tras emitir ese pequeño ruido ambos saltamos a la vez hasta llegar a la parte de arriba y poder pasar al último puzle.
En el «último» puzle la cosa se volvía más compleja, aparecían unas piezas de piedra que deberíamos esquivar si no queríamos morir aplastados y esto es bastante complicado cuando no puedes verlas. Sin embargo, mi compañero estuvo muy atento cuando realizaba el movimiento con el brazo y captó increíblemente rápido lo que intentaba transmitirle: mi brazo imitaba la velocidad con la que la pieza subía y bajaba. Lo alzaba lentamente cuando el rectángulo de piedra lo hacía y lo lanzaba rápidamente hacia abajo cuando caía. Me sorprendió muchísimo, ya estaba pensando alternativas a la hora de transmitir el mensaje porque pensé que en absoluto captaría la idea tan deprisa. El utilizó exactamente el mismo sistema conmigo y ambos conseguimos más piezas del puzle. Fue entonces cuando mi misterioso camarada apareció ante mis ojos. Al completar el puzle tu ennegrecido amigo muestra su verdadero rostro, en mi caso fue una persona con una especie de turbante del mismo color que su vestimenta, azul. La pantalla volvió a expandirse, los dos podíamos ver el mismo mundo sin limitaciones y tras un breve y muy sencillo puzle, ambos nos montamos en el ascensor que nos llevaría a nuestro regalo final: un mapa del mundo y dos botones.
Y no uno normal, era un mapa del mundo en el que tras colocarnos en nuestros respectivos pulsadores podíamos dibujar en él, podíamos comunicarnos no solo basándonos en nuestros brazos y cabeza. Lo primero que hicimos los dos fue señalar nuestros respectivos países. El pertenecía a la República Checa y era un estudiante de 24 años, estuvimos unos minutos compartiendo algunos detalles sobre la partida, coincidiendo en que la comunicación había sido realmente buena para ser completos desconocidos y afirmando que esta experiencia había sido realmente increíble. Cuando abandonabas y volvías a colocarte en el pulsador automáticamente se borraba todo el contenido del mapa pero realizaba una captura de la pantalla justo antes de ser borrada para que pudieras guardar algo más que el recuerdo de tu compañero.
No os lo penséis, es gratis, finalista en el IndieCade 2011, son poco más de cien megabytes y es algo que ningún cooperativo va a proporcionarte a día de hoy. También podéis vivir esta aventura con un amigo pero no creo ni por asomo que vivas la misma experiencia de verte obligado a comprender y comunicarte con alguien que no conoces.
Por supuesto tenéis la oportunidad de que cuando accedáis al mapa os pongáis a dibujar pollas como locos, para vosotros este vídeo. No rompáis la magia.
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