Análisis – Firewatch (PC, PS4)
Huir para ver
Desde que el juego debut de Campo Santo se anunció con un tremendo y misterioso tráiler hace ya bastante tiempo, mi enamoramiento hacia él no solo seguía ahí sino que fue incrementando día tras día en el buen sentido ¿Qué ocurría en aquel bosque? ¿Quién era quien nos hablaba por el Walkie Talkie? ¿Por qué ese aura de misterio? ¿Por qué es tan ridículamente bonita esa dirección de arte?
Todos llegamos a pensar que sería algo a medio camino entre el clásico juego survival que tan de moda está en estos últimos años y una aventura en el que la narrativa caería sobre los dos personajes que conversaban. Nos equivocábamos a medias. Firewatch no tiene nada de supervivencia más allá de bajar unas cuerdas y saltar entre dos plataformas, algo que además hace de forma automática, pero si tiene mucho de madurez y de inmersión en una historia en el que manejaremos a Henry pero que se apoyará para avanzar tanto en él como en nuestra jefa, Delilah.
Una pequeña introducción nos pondrá en situación repasando los últimos años en la vida del protagonista y así conocer el motivo de su llegada a una torre de vigilancia antiincendios en el caluroso verano de 1989 del parque de Shoshone. Un inicio que sin duda relajará nuestras ansias de realizar hogueras y sobrevivir comiendo bichos y nos empujará a un vacío en el que Henry ya ha caído y al que nos ha arrastrado gracias a dicho prólogo. Por suerte no estaremos solos y nada más llegar tendremos una cálida bienvenida de Delilah.
El pequeño laberinto de localizaciones con el que nos encontraremos durante nuestras expediciones, Delilah nos dará pequeñas tareas que irán avanzando la trama poco a poco, esta bastante bien pensado. Encontraremos algunos objetos que podremos utilizar para abrirnos paso hacia nuevas localizaciones pero que solo usaremos de manera puntual en la mayoría de las ocasiones, un ejemplo de ello es la linterna que localizamos en los primeros días y apenas utilizaremos durante el juego. Si bien es cierto que alguna vez te encuentras con barreras invisible o bien con dos o tres ramas en medio del camino que tras ver las pequeñas escaladas y descensos que haremos con cuerdas es estúpido que nos quieran hacer pensar que por allí no se puede pasar, en general el mapa está trabajado y lo podremos ir completando con rutas alternativas a medida que avancemos. Lo suficiente para encontrar algunos secretos del juego y alargar un poco un caramelo que no queremos acabar.
Es importante el hecho de que querer alargarlo y perdernos un poco por el bosque de Wyoming salga de nosotros, jugadores, y no sea Campo Santo quienes pretenden hacerlo. Es fácil disfrutar de los paisajes de Shoshone gracias no a la potencia tecnológica sino a lo que podemos sentir en el bosque gracias a la muy cuidada paleta de colores clásica de verano con tonos anaranjados que se mezclan con el cielo al atardecer o el verde de los árboles. Un dirección de arte realmente demencial que no necesita de mucho procesador o memoria RAM (aunque la versión para PS4 debe dejar bastante que desear en ese aspecto) para dejarte con la boca en el suelo y que goza de unos juegos de luces impresionantes. Y sin embargo esto es solo lo que culmina una obra prácticamente perfecta.
El grueso del juego, lo verdaderamente valioso de Firewatch es la forma de narrar una historia a través de las conversaciones y sentimientos de Delilah y Henry, dos personas que se acaban de conocer y que se enfrentarán a un misterio con el que no se encuentran de bruces sino que va presentándose ante ellos poco a poco al mismo tiempo que se van conociendo. El estado anímico de Henry al llegar a Two Forks, su torre de vigilancia, es realmente bajo y hay una conversación con Delilah en la que, según nuestras respuestas, es posible que incluso corte la comunicación momentáneamente con nosotros por resultar demasiado agresivo en nuestro diálogo. El hecho de seleccionar una frase, decirla a través de nuestro Walkie Talkie y al momento arrepentirnos de como suena en la voz de Henry es realmente significativo. Tanto Rich Sommer (Henry) como Cissy Jones (Delilah) hacen un trabajo de titanes y son capaces de emocionarnos con sus conversaciones con uno de los mejores doblajes que se han hecho jamás para un videojuego y cuya banda sonora sabe aderezar en los momentos adecuados. Sabían que su tarea era importante y la realizaron a la perfección.
Puedes llamarlo walking simulator si quieres, quejarte de que no haya mucho más que hacer, que el final es anticlimático (y sin embargo perfecto) o de que el tráiler pudiera invitarte a pensar en que tendría algún elemento de supervivencia…o puedes engancharte a la historia que quieren contarte, meterte en ella y disfrutar de una de las mejores experiencias del año. Firewatch es sin duda alguna un imprescindible del 2016 y debería ir directo a las primeras posiciones de cualquier lista de GOTYs en cualquier medio que se proponga y esto puede decirse con una quinta parte de Street Fighter en camino, un cierre a la saga Uncharted y un The Witness recién alabado por toda la crítica. Y eso no es poco.
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