Análisis – Dark Souls (Xbox 360)
He empezado y borrado el inicio de este análisis en mil y una ocasiones. He abierto el Word una y otra vez, desgastado las notas del Evernote mientras estaba en el bus…y no había forma de encontrar una manera adecuada de comenzar a escribir sobre este juego. Desesperado incluso, comencé otra partida con un personaje diferente después de las más de 100 horas que le dedique la primera vez. Hasta que me he dado cuenta. Dark Souls es esto, repetir, fallar, volver a intentar, volver a errar para finalmente autosuperarse y poder llegar a la siguiente hoguera que nos hace ascender a un estado de calma absoluta.
Ante todo las cosas claras: Dark Souls divide a la gente y además la divide de forma muy jodida. Los buscadores de historias no encontrarán aquí nada profundo, eres un un-hollow de mierda que ha tenido la fortuna de ser el elegido para restaurar el fuegote sagrado, y salvo algún que otro curioso personaje que te encuentres para realizar pactos con las hermandades, el resto te va a resbalar completamente porque estarás centrado en otras cosas más importantes. Aquellos que aún osan jugar en nivel normal después del fatídico 19 de noviembre del 2006, el día que apareció la Wii en el mercado y todos los juegos se volvieron un 50% más sencillos, deberán agarrarse sus órganos sexuales y apretarlos bien para acto seguido decir muy bajito, casi murmurando: Tengo lo que hay que tener para seguir con Dark Souls después de Anor Londo. La obra de From Software es muy difícil y no va a ser en absoluto sencillo salir del montón de líos en los que te meterás si eliges el camino incorrecto, llevándote a veces inevitablemente a la desesperación. Ahora que ya sabes lo complicado que va a ser y lo perdido que vas a estar, hablemos detenidamente de todo lo que te va a dar Dark Souls.
Después de crear nuestro personaje en un muy poco importante editor, ya que lo más normal es ir cubierto hasta las cachas de armadura y además estaremos muertos, apareceremos en una mazmorra que sirve de tutorial para que aprendamos lo básico del juego: como movernos, las clases diferentes de ataques que hay, que a veces esquivar es mucho más importante que cubrirse, que nuestra barra de resistencia puede ser nuestro peor enemigo… un montón de consejos que encontraremos escritos en el suelo y que deberemos aplicar para escapar con vida de aquel lugar. Este título lleva consigo un montón de pequeñas mecánicas intrínsecas que dan auténtica vida y horas de duración, por fortuna iremos descubriéndolas poco a poco, lo suficientemente pronto para saber para qué sirve cada una de ellas pero sin haber terminado de dominar alguna.
Hablemos por ejemplo del combate. Un esqueleto de mierda que te quita un pequeño porcentaje de vida no es una amenaza real, ni siquiera al principio de juego si eres hábil a los mandos. Dos esqueletos de mierda te pueden destrozar en un par de golpes sin ningún tipo de pudor. Este action RPG valora mucho la habilidad del jugador, casi todos los combates serán pequeños duelos a muerte donde saber elegir a la primera de tus víctimas, cuando son numerosas, debe primar siempre en tu estrategia, de lo contrario podrías fallecer en un fortuito combo de tus rivales o caer en un abismo y perder todo lo conseguido hasta ese momento. Morir significa volver a la hoguera, volver a la hoguera significa que todos los enemigos del mundo, salvo honrosas excepciones, resucitan en sus posiciones originales, y descansar en una hoguera nos permitirá restaurar salud y nuestros valiosísimos frascos de vida entre otros menesteres…pero también la vuelta a la vida de los enemigos ¿Es un juego genial verdad? Quizás castigue demasiado al jugador, pero acceder a la siguiente zona suele ser suficiente recompensa.
Su punto débil es el ano. True story
En el juego eliminar bichos no nos dará experiencia como tal, nos sumarán almas que son la moneda de cambio con los vendedores, algunos muy bien escondidos, a la par que funcionan como experiencia para subir nivel. Y subir nivel no significará que te dan algunos puntos para aumentar tus atributos, en absoluto, cada nivel nos permitirá subir un único punto al atributo que seleccionemos. Esto al principio es posible que no te importe mucho y empieces a subir fuerza a lo loco (más daño, más rapidez a la hora de eliminar a los enemigos, tiene lógica), poco después cuando estés delante de una vagina gigante con dientes y no puedas correr porque hay agua y cuando intentas esquivar un golpe pareces una persona de 90 años intentando dar una voltereta, pensarás que no hubiera estado mal subir la resistencia y el aguante. Este es uno de los «problemas», y dificultades, de Dark Souls, todo lo que hagas tiene consecuencias en la partida. No unas consecuencias a nivel argumental estilo Mass Effect, sino a lo complicado que te parecerá la siguiente parte del juego. Hacerte un personaje equilibrado te hará sufrir con algunos rivales y avanzarás con seguridad pero lo harás de forma alarmantemente lenta, tener poca vida hará que caigas muy rápido si tienes delante un boss y subir la magia o la fe, a no ser que seas un virtuoso del mando, es una completa locura. En este juego tu personaje no será nunca demasiado superior a tus enemigos, y si tienes esa sensación, ya aparecerá algo que te mate (introduzca un número aquí entre 10 y 1000, en Dark Souls la muerte es obligatoria) de un golpe y pierdas todas tus preciadas almas. Los jefes finales se encargan de demostrártelo al final de cada zona. Cada uno de ellos tiene su patrón de ataque, su tamaño, su número (Ornstein y Smought, quedaros con esos nombres) y sus debilidades; de nuestra capacidad de análisis a la hora de enfrentarlos dependerá atascarnos unos minutos o varios días. Me gustan los jefes de tamaño industrial y complicados, y Dark Souls no decepciona casi nunca en este aspecto.
From Software no está a la última en gráficos, ni siquiera en optimización, hay bajadas de framerate que te harán acordarte de la madre de los programadores en más de una ocasión, pero si hay algo que destaca en su juego es que la dirección artística es sublime. Atravesaremos castillos, murallas, bosques, playas con arboles gigantes, los propios arboles gigantes, desoladas llanuras, ciénagas y su calidad no solo se verá representada en los escenarios, los enemigos serán de lo más variopinto y ni por un segundo se nos pasará por la cabeza esa sensación que te dejan otros juegos de que estás matando al mismo enemigo una y otra vez pero con pequeñas variaciones. Esqueletos, caballeros, basiliscos que no son más que ranas dopadas con desorbitados ojos y muy mala uva, gigantes, gigantes aún más gigantes y uno de mis favoritos: DINOSAURIOS DE FUEGO. Evidentemente el diseño de los jefes finales tampoco se queda atrás; no creo que pueda olvidar nunca a Great Grey Wolf Sif y lo que me dolió acabar con él.
Antes de entrar en materia con una de las cosas que más me gusta del juego, su absolutamente impresionante mapa, hablemos de sus capacidades online y mecánicas «menores». Durante nuestra larga aventura además de matar y subir nivel podremos utilizar magia/milagros. Carecemos de barra de mana/magia así que los usos que podremos dar a los diferentes hechizos serán limitados y para rellenarlos deberemos descansar en una hoguera. Su uso es bastante complicado por no decir malo, no solo porque hay algunos especialmente difíciles de dirigir sino porque además deberemos llevar un talismán o un báculo para utilizar determinados poderes y eso hará que nuestros limitados accesos directos a las armas se hagan un poco tediosos y completamente imposibles de intercambiar en medio del combate. Si no nos mola la magia, yo soy unos de ellos, y queremos ir a saco con armas realmente bastas llegará un momento en el que tengamos que mejorarlas mediante piedras especiales, a veces conseguirlas se convertirá en una pesadilla y tendremos que tirar de un wiki para ver donde las dropean. Las armas podemos mejorarlas nosotros mismos a niveles básicos y los pocos herreros repartidos a lo largo del mundo se encargarán de realizar las tareas más difíciles como imbuir el alma de un jefe final dentro de una espada, con erótico maravilloso resultado.
El online de este título es muy especial. Mientras caminamos veremos varios mensajes escritos en el suelo, los cuales son colocados por los propios jugadores que si son de alineación legal-bueno (good people are good) escribirán pistas para ayudarnos y si son un poco cabrones nos tratarán de engañar para que saltemos al vacio con promesas de tesoros. Fiarte o no de estos mensajes dependerá absolutamente de ti, pero la mayoría suelen ser pistas así que no sufráis, la gente mala no juega al Dark Souls o no tiene internet. Sin embargo el online va más allá de un sistema dinámico de pistas creado por los jugadores. Cuando llegas a una hoguera puedes invertir tu estado de no-hueco, recuperar el brillo en los ojos y volver a la vida. Tus stats serán mejores y estarás más guapo que nunca pero también trae consecuencias. Cuando estás vivo existe la posibilidad de ser invadido, lo que significa que otro jugador ha llegado a tu mundo para devolverte a la condición de muerto de la que nunca debiste haber salido; con suerte será un pobre diablo de nivel bajo y peor equipamiento que te dejará un regalito en forma de un buen montón de almas y algún objeto, con mala suerte será alguien muy superior a ti y de un solo espadazo te condenará sin despeinarse, pero respira tranquilo, solo perderás tus almas, nunca tu equipamiento. Esto por supuesto va en ambos sentidos, te pueden invadir pero tú también puedes invadir aleatoriamente otros mundos, de hecho realizar el pacto con alguna de las hermandades que os encontraréis por el juego os pedirán que invadáis mundos para conseguir objetos y de esa manera aumentar el nivel con la hermandad para que os den regalos o bonificaciones bastante interesantes. Como podéis ver el online es de los más novedosos desde hace muchos años (sin contar Demon’s Souls evidentemente).
Obra maestra
He dejado lo mejor para el final, soy muy de dejar el chorizo en el plato del cocido para que una explosión de sabor se apodere de mi boca en la última cucharada y me vaya satisfecho al cielo de las delicias culinarias. El mapa de Dark Souls es, y no exagero en absoluto, el mejor que he visto en la presente generación de consolas y posiblemente en mi vida como jugador. Bam. The End.Todos los enemigos que masacremos, jefes a los que sobrevivamos e invasores a los que demos su merecido están dispersos en un mundo abierto de un tamaño bastante considerable con zonas bastante diferenciables, como he citado antes, pero todo él estará conectado entre sí. Cuando pensemos que estamos realmente lejos de la primera hoguera que visitamos, descubriremos un atajo que nos llevará directamente al inicio del mapa y sin utilizar trucos de teletransportadores ni nada por el estilo. Dark Souls juega con las diferentes alturas y el uso de ascensores, con paredes invisibles que eliminan un trayecto de 45 minutos que posiblemente te ha costado acceder de una zona a otra y lo convierte en apenas unos segundos. Hay un auténtico genio detrás del diseño del mapa y espero que si realizan una hipotética tercera entrega roce la perfección de este.
¿Podemos sacarle algún pero a Dark Souls? Podemos. En ciertas ocasiones, sobretodo en un jefe llamado Descarga Infinita, existirán errores de Clipping en el que la cola de nuestro querido enemigo atravesará una montaña golpeándonos incluso cuando estemos ocultos. Esto también ocurre en pasillos estrechos con algún que otro enemigo y normalmente a nosotros no nos dejará aprovecharnos de ese error haciendo que nuestro hachazo golpee en la pared y nos deje a merced de una estocada rival. Además si es cierto que algunas partes del juego se hacen realmente pesadas si no sabes a lo que vas y en ocasiones la sensación de estar perdido puede ser realmente apabullante y acabar con tus ganas de jugar, yo mismo abandoné el juego durante tres semanas al encontrarme atascado y sin saber qué hacer.
La verdad detrás de Dark Souls
Dark Souls es posiblemente lo más parecido que he jugado a un survival horror en los últimos años. Sudor frío por no saber qué es lo siguiente que puede matarme, combates difíciles de los que dependes absolutamente de tus reflejos y habilidades, la negación a ultranza de la pausa, no existe la pausa, no puedes dejar de jugar, lo más seguro que puedes hacer es llegar a la siguiente hoguera y cagarte en sus muertos porque todos los enemigos han vuelto a ponerse en pie. Dark Souls se sufre a la par que se disfruta, hay que ser un poco masoquista, hay que tener mucha paciencia y hay que saber admirar su dificultad basada en la repetición. Es por esto que decía que este juego divide a la gente. La divide en Old School Gamers y en Wii-users casuals, lo cual no es malo, simplemente es un reto a superar en cada uno de los grupos. Aunque en el segundo posiblemente sea un título que no cae tan bien.
Un último consejo: No utilicéis guías a no ser que estéis realmente desesperados. Arruina la experiencia.
Praise the sun!
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