Music Sunday – Max Payne Main Theme
Año 2001: El planeta entero aún seguía con una resaca enorme tras Matrix (1999) y faltarían dos años hasta que pudiéramos ver sus no tan buenas secuelas. Keanu Reaves se encasillaba sin remedio en un papel y se volvía un adicto a las artes marciales, Lawrence Fishburne veía crecer a su pornográfica hija y mientras tanto Remedy Entertainment lanzaba un título que bebía de las películas de los hermanos Wachowski y del gran John Woo: Max Payne.
Fue un buen third person shooter en 2001, en el 2003 su segunda parte elevó su calidad gráfica aunque el juego era más de lo mismo y nueve años más tarde Rockstar tomaba la batuta de la saga y dirigía la acción fuera de Nueva York para meterse en la decadente para los pobres y brillante para los ricos Brasil, llevando la saga a un nuevo nivel que por desgracia no tuvo todo el éxito que merecía. Las tres partes comparten una cosa que las identifica rápidamente (aparte del tiempo bala por supuesto): un main theme que mantiene la tonadilla de la saga pero que evoluciona con cada juego.
Mientras avanzábamos por la historia a ritmo de viñeta de comic, el Max Payne Theme de Kärtsy Hatakka y Kimmo Kajasto solía meternos mucho en el papel del pobre detective Máximo Pepino. El instrumento que predominaba ese año era el piano y lo que hicieron fue realmente magia: un tema principal que transmitía toda la bajona que tenía el bueno de Max y que a medida que avanzaba en esos casi cuatro minutos de duración te daba unas ganas enormes de vengarte por todo lo que había sucedido.
Kärtsy Hatakka y Kimmo Kajasto repetirían en la segunda entrega del juego, el main theme seguía teniendo la misma melodía pero el tono era muchísimo más siniestro. El violín reemplazaba al piano y el subtítulo de La Caída de Max Payne se hacía patente en cada una de las notas. Mucho más triste, mucho más acabado, con más dolor que nunca y con un latido de corazón de fondo que te ponía realmente nervioso.
Llegaba la nueva década y Rockstar se había hecho con los derechos de la saga cambiando a Hatakka y Kajasto por el grupo Health. Estos se encargaron de realizar una banda sonora dinámica para cada uno de los niveles de la tercera entrega de la saga y como no, volvieron a tocar el tema principal para que sonara aún más bajo. Repetían con los instrumentos de cuerda, el violín tomaba de nuevo el control, el latido del corazón parecía más intenso aún que en la segunda parte y las imágenes que acompañaban la intro con Max Payne bebiendo whisky Kong y tomando analgésicos (Painkillers) terminaban de ilustrar una escena que la música ya de por si hacía muy reveladora.
Los tres son muy buenos temas y todos representan a la perfección el momento que vive el protagonista en cada una de sus historias, sin duda alguna supieron elegir la melodía y modificarla adecuadamente en cada entrega. Como elección personal me quedo con la versión de Health, todas me parecen buenas pero lo que la banda californiana hace en la tercera entrega es absolutamente genial y sin duda la que más consiguió transmitirme la bajona de Máximo Dolor.
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