Análisis – Mighty Gunvolt (3DS)
Mega Mal
Mientras miraba la pantalla de pago de la Nintendo eShop para gastar esos 12.99€ que vale Azura Striker Gunvolt, me cuesta gastarme el dinero en los juegos digitales de portátil más que en Steam por alguna extraña razón, me autoconvencía de que era un 2×1: me llevaba el juego buenote de Inti Creates y además un pequeño clon de Mega Man llamado Mighty Gunvolt. Quizás el problema es que es un clon de los malos y todo el encanto que podía tener un demake de Azura Striker Gunvolt se convierte en un paseo sin gracia alguna.
Con tres párrafos nos explica por encima la historia y nos incita a luchar porque el poder del amor vuelva a la gente libre. Es lo de menos, a nadie le importa ya que para eso tenemos el juego principal con una historia más elaborada, crafting de equipo, selector de niveles e incluso retos para ir obteniendo más materiales. Pero eso formará parte de otro análisis cuando juegue las horas necesarias.
Centrémonos en lo que tenemos delante y en cómo debo retractarme, es lo que tiene dejarse llevar por la emoción de una primera fase y buen chiptune, de lo comentado en Music Sunday ya que Mighty Gunvolt posee muchas más carencias de las que esperaba.
Tenemos la estética megamaniense de 8-bits, un Ippo Yamada inspirado que ha creado una buena banda sonora para los cuatro escenarios, bien bonitos eso sí, que atravesaremos y tres personajes que se manejan de diferente manera. Era complicado fallar el tiro pero lo hace estrepitosamente debido a un diseño terriblemente simplista de las fases. Estas, muy lejos de la dificultad y gracia de un Mega Man, son un auténtico paseo para el jugador que solo deberá avanzar tanto vertical como horizontalmente y disparar sin prácticamente ningún aliciente más allá de matar a todos los enemigos, por placer, o conseguir todas las frutas para aumentar nuestro marcador. Y este no es su mayor problema.
El problema grande viene cuando tienes tres personajes, que por cierto deberás empezar con cada uno en un slot diferente de guardado, y que siendo tan diferentes unos de otros el único cambio que existe en la jugabilidad es el orden de los niveles. Beck es directamente una copia del hijo de Inafune (no obstante es el protagonista de Mighty No. 9), Gunvolt posee un doble salto algo útil y Ekoro (Gal Gun’s) puede mantenerse un poco en el aire y poner de su parte a enemigos.
Las habilidades especiales de los tres personajes funcionan mal al requerir todas un tiempo de carga que va en contra del run & gun plataformero que se supone que es. Beck realizará una carga cuerpo a cuerpo en la que la mayoría de las veces sufrirá daño porque no es suficiente para matar a un enemigo, Ekoro lanzará un corazón para capturar a un enemigo y esta habilidad hubiera estado realmente bien si no fuera porque sea quien sea el enemigo se convertirá en el sprite detrás de ti que lanza bolas ya tuviera de arma un lanzallamas o las letras de la palabra amor con lo que se deduce vagancia a la hora de diseñar, y el látigo de Gunvolt, al estilo Castlevania, hace más daño pero te obliga a permanecer estático. El ejercicio de diseño que hicieron fue terrible ya que los niveles solo aprovechan el doble salto de Gunvolt o la segada de Beck como micro caminos alternativos para encontrar bonus de puntuación que no interesan demasiado, dejan de lado la gracia de tener personajes que se manejan diferente para hacer lo mismo con los tres: correr y disparar.
No todo es malo
Si bien las fases dejan mucho que desear, un problema realmente grave, los enemigos finales están bastante bien hechos dejándonos un muy buen sabor de boca y un recuerdo quizás más cercano a los clásicos Mega Man.
Serán cinco, la última pantalla, Mirror, solo contiene un jefe final pero es el combate más divertido, y todos ellos contarán con al menos dos técnicas de ataque diferentes en el peor de los casos y cuatro en el mejor. Necesitaremos algunos intentos para localizar la forma de esquivar ciertos ataques y es ahí justo cuando nos recuerda a la obra de Inafune, aunque quizás algo simplificada al tener bastantes vidas haciéndolo demasiado sencillo. Una pena que no beba del todo de Mega Man y estos jefes nos dieran sus poderes pero supongo que ya era demasiado pedir.
Quizás haya sido un poco duro con un juego que viene de regalo, aunque se puede comprar por separado por 2.99€, y que no es más que un pequeño ejercicio de demake, un homenaje a Mega Man y a los juegos de los ochenta pero es que casi tenía más ganas a Mighty Gunvolt que al propio Azura Striker Gunvolt y la decepción ha sido mayúscula acentuada por un DLC que añade cuatro niveles más (yo me he pasado el juego tres veces en una hora) por otros 2.99€. En fin supongo que en Inti Creates hay mucho amor pero también queda algo de Crapcom.
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