Análisis – Card Hunter (Free to play – Browser game)
Que yo me acerque a algún free to play es algo relativamente sencillo pero que me tenga atrapado más de sesenta minutos no lo es tanto. Normalmente su política freemium de “puedes tenerlo todo pero con miles de horas a tus espaldas en lugar de pagar” es algo que aprecio al “igualar” el sistema pero que no me seduce demasiado al no tener tanto tiempo como quisiera para ello y que probablemente, aun teniéndolo, no lo gastaría en un mismo juego en el que un adinerado eche por tierra la partida por tener mejores armas.
Card Hunter tiene cartas, looteo y turnos, tres de las cosas que más deprisa me suelen cansar de los videojuegos; que me cague en los servers cuando tenga que esperar más de 5 minutos para conectarme dice mucho de lo bien que han hecho las cosas los muchachos de Blue Manchu.
El estudio localizado en Sydney tenía muy claro lo que quería cuando empezó a pensar en Card Hunter. Iba a tirar un poco de nostalgia recordándonos las partidas de Dungeons & Dragons que jugábamos cuando íbamos al instituto pero también cogerían el coleccionismo de cartas de juegos como Magic: The Gathering y los tableros que funcionaban como escenario en HeroQuest o Space Hulk. Todo este amasijo de recuerdos fue metido en una caja, removida y envuelta para regalo para cualquiera que quiera jugar.
Card Hunter comienza con un tutorial en perfecto inglés (no pidáis peras al olmo), en el cual Gary, nuestro Game Master durante la campaña a no ser que su hermano mayor nos interrumpa, se encargará de enseñarnos todo lo necesario para empezar a jugar. Nuestro equipo estará formado por un mago, un clérigo y un guerrero y estos podrán ser elfos, humanos o enanos, las tres razas básicas, que enfrentarán a todos esos bandidos, orcos, trasgos, demonios y dragones que nos encontraremos por el enorme mapa de la campaña.
Tanto tú como el GM podréis realizar una acción por turno y una vez no se puedan realizar más acciones o sencillamente no sea una buena estrategia malgastarla, se acabará la ronda. Lo bonito de todo esto es que dichas acciones vienen dadas por el mazo individual de cada personaje (en total tendremos tres mazos), de modo que para movernos por el escenario isométrico deberemos utilizar una carta de movimiento, para atacar una de arma o para bloquear ataques una de armadura o escudo. Al principio es todo bastante básico pero poco a poco la estrategia se irá ampliando gratamente: cartas que hacen dos cosas a la vez, tiradas de dados que desatan efectos especiales o protección, estados alterados, alteraciones en el terreno, tipos diferentes de ataques, penetraciones de escudos, curaciones que envenenan…una lista bastante larga en la que se vislumbra rápidamente una enorme profundidad sobre un bonito y dibujado campo de batalla.
Hubiera sido muy fácil que los mazos se vendieran por sobres y monetizar el juego; por suerte Card Hunter no se quería quedar ahí e introduce algo más en el sistema. Los personajes irán adquiriendo experiencia como si fueran nuestros alter ego en una partida de ROL y como tales tendrán un equipo que a medida que aumentamos nuestro nivel desbloqueará ranuras extra y nos otorgará puntos de poder para permitirnos equipar objetos de mayor calibre. Ahí es donde entran en juego el loteo y las cartas: cada pieza de nuestro equipo equivaldrá a 3 o 6 cartas que formarán parte de nuestro mazo. Existirán objetos comunes, no comunes, raros, épicos y legendarios y no creo que haga falta deciros cuales son los más difíciles de encontrar y los que tienen cartas más poderosas. Nada de editar las barajas de nuestros personajes carta por carta, equipar un hacha nos permitirá tener más golpes cortantes pero quizás para la siguiente aventura venga mejor una buena maza que haga más daño por ataque. Habrá que pensárselo dos veces antes de equiparse en cada situación, incluso aunque haya que rebajarse a usar objetos comunes.
Como buen “RPG” existirán tiendas donde comprar objetos y la moneda de cambio será el oro, algo que podremos conseguir vendiendo parte del botín que obtendremos en nuestras aventuras. También tendremos la opción de adquirir nuevos personajes e incluso de comprar más “skins”, cuidadas y más molonas que las tuyas pero completamente innecesarias para el disfrute de Card Hunter, para ellos pero esto último tendremos que hacerlo a base de trozos de pizza, ahí empieza la monetización del juego.
La pizza es el mayor manjar en una partida de Rol, nadie ha estado en una donde haya canapés o caviar ¿verdad? El plato italiano tiene la cantidad justa de grasa, ingredientes deliciosos y masa de pan para continuar clavando lanzas en globlins y corriendo por nuestras vidas ante un un dragón, por ello ha sido elegido como la moneda de cambio y podremos adquirirla para varias cosas. Ya he comentado que las skins de los personajes pueden obtenerse con pizza pero además existirán ciertas aventuras a las que solo podremos acceder si pagamos en pasta o una membresía del Club Card Hunter gracias al cual desbloquearemos un objeto más (de igual o mayor rareza) al abrir el cofre que recibiremos al terminar una aventura. Una suave monetización que no entorpece en absoluto el poder disfrutar del juego como el que más.
Es posible que llegue el instante en el que algunas aventuras os canse repetirlas, seáis flagrantemente superiores en nivel o sencillamente la máquina no dé más de sí a la hora de enfrentar tu súper mente humana, es entonces el momento ideal para echar un vistazo al apartado multijugador. En él todos los jugadores tendrán sus personajes al mismo nivel para igualar la cosa pero los objetos del inventario se compartirán con los que consigamos durante la campaña o en los cofres que se van desbloqueando a medida que consigamos victorias en partidas ranked. Dichas partidas normalmente enfrentarán a dos jugadores que tengan un nivel similar en el juego y serán escenarios de 20 minutos en el que los microejercitos de tres miembros de los jugadores se enfrenten entre sí. Un desafío si estás verdaderamente enganchado y con la posibilidad de crear tus propias partidas en las que jugar con amigos si ves que andas poco parejo con el nivel que tiene el resto de la gente.
Si habéis llegado hasta aquí, olé tú, ya sabéis las bondades que os ofrece el reino de Cardhuntria y lo que puede llegar a ser un browser gamer gratuito si se le pone una gran cantidad de amor por los videojuegos, los juegos de cartas y el rol. Cada una de las aventuras que disfrutaréis en Card Hunter despertará un pequeño interés por saber cómo hubiera sido vuestra adolescencia si os hubiera dado por los juegos de mesa/cartas/rol y querréis saber más sobre si es tan divertido como aparenta. Desde luego esta mezcla que ha hecho Blue Manchu lo es, no cabe ninguna duda.
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