Smash The Button. Ese es el nombre que debería haber tenido este pequeño blog y que yo mismo me saboteé en WordPress.com cuando lo cerré (era de pruebas) y luego me impedía registrar el mismo nombre. Así de tonto soy.
Pero en cierto modo esto fue una bendición porque dicho nombre ya estaba adjudicado a una aplicación de iOS, mala no demasiado conocida todo sea dicho, y probablemente llevara a equívocos innecesarios y sin erótico resultado. De esta manera pensé «joder, utiliza un that porque a todo el mundo se la va a sudar y a ti el primero» y así se quedó.
¿Por qué esta explicación fuera de contexto y absolutamente innecesaria? Porque el año pasado tal día como hoy nació Smash That Button.
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