Análisis – Asura’s Wrath
Aquellos que nacimos en la década de los ochenta o finales de los setenta estuvimos marcados por grandes clásicos de la animación japonesa. Captain Tsubasa, Bola de Dragón, Caballeros del Zodiaco, Sailor Moon, fuimos una generación que además de crecer con los Fruitis y Barrio Sésamo, tuvimos la oportunidad de abrir la veda del anime en España más allá de Mazinger Z. Un anime de libro contiene escenas exageradas, diálogos en los cuales se nos quiere escapar una lagrimita, amigos que se convierten en enemigos y viceversa y un malo malísimo que quiere destruir la tierra o quitarte a tu novia cueste lo que cueste. En la actualidad todo esto ha evolucionado pero las premisas básicas, en ocasiones incluso más exageradas, siguen ahí. Asura’s Wrath fue un videojuego como podía haber sido un anime y esa es su virtud y su desdicha.