Pocas cosas hay más tristes que un juego no esté a la altura de su banda sonora y Contrast entra de lleno en este grupo. Ya hemos hablado largo y tendido esta mañana en el análisis de como el juego de Compulsion Games no lograba aprobar al intentar abarcar puzles y plataformas y no hacerlo bien en ninguno de los dos géneros. En cambio su banda sonora es absolutamente brillante y ayuda a pasar las tres horas que dura el juego.
Voy loco de prisa porque se me ha ido el santo al cielo, hastaluego santo, y no había preparado el Music Sunday. Así que como el Nero, express, os dejo rápidamente aquí la aportación de la semana que no es otra que el juego de Game Boy: Batman – Return of the Joker.
Hace unos cuantos días toda la blogosfera y las webs que le dan chicha a esto de los videojuegos dedicaron una noticia, o no, a un aniversario muy especial. La verdadera pantera de Sega, quien estuvo en el combate de consolas más intenso de los noventa contra el cerebro de la bestia, la sobremesa menguante con erizos en su interior: Mega Drive.
El 29 de octubre comenzaba en Japón la guerra de consolas de 16 bits, a los americanos les llegaría casi un año más tarde y a los PALetos, aunque cada vez menos a decir verdad, nos llegaría el 30 de noviembre de la recién comenzada década de los noventa. Un chip Motorola 68000 como CPU, unos ahora carcajeables 72KB de RAM y 64 de VRAM y un Zilog Z80 como subprocesador de sonido que nos permitía escuchar algunas de las más clásicas composiciones de los videojuegos e incluso, junto con el adaptador correcto, permitir la retrocompatibilidad con Master System.
Ahí es donde nos quedamos nosotros, en la música. Como es Music Sunday y ha sido el 25 aniversario de mi primera consola de sobremesa ¿Qué mejor forma de homenajearla que haciendo una lista de las 25 canciones que más taladraron mi cabeza de niño? O por lo menos de las que recuerde.
Los japoneses son unos personajes bastante complicados a veces. Tienen sus fetichismos raros de chupar ojos y oler bragas, están obsesionados con las tetas absurdamente grandes pero en realidad son bastante tímidos y absolutamente respetuosos… y hacen juegos de abogados.
¿Quién iba a dar un duro por una aventura gráfica/conversacional que transcurre en el juzgado? Capcom claro, yo desde luego no hasta que me obligué a probar el dichoso Ace Attorney para sacarme de la duda. Una saga que comenzó en 2001 saliendo para GBA solo en Japón y ha llegado tanto a DS, 3DS o incluso fuera de consolas de Nintendo como el caso de iOS/Android gracias a sus apasionantes casos y una banda sonora que ayuda mucho a meterse en la piel del abogado gritón.
Metal Gear Solid, el título que cambió un poco más la perspectiva de que los videojuegos no eran cosa de niños. Prueba de ello aquel telediario de Antena 3 en el que hablaban de como el juego nos incitaba a tomar diazepan y meternos en el duro camino de las drogas. Fijate que lejos llegó.
La obra maestra de Kojima nos llegó a todos al corazón sobre todo cuando después de aquel épico final que no parecía terminar nunca, y que nosotros tampoco queríamos que terminara, sonaba The Best Is Yet To Come, un tema que nos recordaba con su suave tonadilla de bouzouki (instrumento de cuerda de origen griego) y la voz de Aoife Ní Fhearraigh todas las aventuras que habíamos pasado hasta llegar a ese punto álgido. Otra cosa no pero endings buenos a Metal Gear Solid le sobran.
Hace poco menos de un año que Awesomenauts encandiló a este pequeño blog, de esas raras ocasiones que Steam pone un juego un fin de semana gratuito y le dedicas más de un par de horas y es más, lo acabas comprando. Todo lo que necesitabais saber sobre el juego está en nuestro análisis y con Starstorm en camino tras conseguir su Kickstarter por todo lo alto es un buen momento para sentarnos encender los altavoces y disfrutar de todo el poder ochentero con el main theme completo que introduce Awesomenauts.
En 2005 aparecía en el mercado la que fue la mayor rival de Nintendo en el terreno de las portátiles: PSP. Su apuesta por ganar mercado se basaba en una mayor potencia respecto a la consola de doble pantalla de Nintendo y el buen uso que Sony da a sus estudios internos, de ahí la buena cantidad de juegos exclusivos que tuvo en sus primeros años como por ejemplo este LocoRoco y su extraña y feliz banda sonora.
