Music Sunday – Space Invaders (1978)
1978, Alien, el Octavo Pasajero estaba a un año de estrenarse pero la Marcianitis Total había invadido las recreativas de todo el mundo. Unos alienígenas con mala uva avanzaban hacia la superficie de la Tierra primero lentamente pero cada vez a mayor velocidad y tú, encarnando a un cañón, debías detener el acoso rápido y furioso. A algunas personas este juego les valió su afición, a otros callos en los dedos índices y gafas de culo de botella pero para mí…para mí fue EL ORIGEN DE MUSIC SUNDAY, lo que de verdad me descubrió la música en los videojuegos.
Quizás penséis que exagero pero no. Detrás de una mecánica tan simple como el funcionamiento de un chupete (no echéis imaginación) se escondía una música y unos efectos de sonido que con la tecnología de la época ahora mismo son difícilmente reproducibles. Hablamos de una magnitud en la banda sonora de proporciones épicas.
Las naves avanzaban lateralmente de lado a lado del monitor y en cada movimiento, ya fuera hacia la izquierda o hacia la derecha dependiendo de si llegaban al tope de la pantalla, sonaba un tono, así hasta cuatro tonos diferentes. Cuatro tonos descendentes que se clavaban en tu cerebro y que a medida que los enemigos se acercaban a tu zona de confort, iban aumentando de velocidad hasta volverte loco y que en tu cabeza solo sonara el pitido de un monitor de signos vitales. A eso sumémosle ese estridente sonido del platillo volante de bonus que ocultaba un genial secreto que retomo Hans Zimmer para la banda sonora de Inception: si reproduces su sonido a velocidad super lenta y del revés puede escucharse Non, Je Ne Regrette Rien cantada por el pato Monald (dichosos derechos de autor).
Los disparos de nuestro tanque también era una pequeña obra de arte en si mismos. Si los escucháis atentamente y acelerados podéis notar pequeñas imperfecciones en las notas y todas diferentes pero repetitivas. Se trata código que revela un texto en ruso que utilizaron durante la segunda guerra mundial y que al descifrar, una habilidad que todo jugador con altas capacidades de Fez ha desbloqueado tras descubrir el diccionario secreto que ocultaba el juego (y aprender ruso también, ¿por qué no?), decía así: «si te comes mi ración te machaco los testículos mientras duermes.». Menudos eran/son los rusos, aunque bien hablados.
Sin duda alguna esta curiosa melodía supuso un antes y después en la forma de hacer música en los videojuegos, ya que aportaba datos al jugador y hacia aumentar la tensión del momento: los alienígenas se acercan y se te acaba el tiempo. Un novedad para la época.
Os dejo con la versión que más me gusta aunque aquí tenéis la original si queréis volver a un clásico.
¡Feliz día de los Inocentes!
Aunque ha sido elegido como parte de una broma, es cierto que, a pesar de ser simplemente cuatro notas, la melodía de Space Invaders y su manera de interactuar con el jugador fue algo verdaderamente revolucionario. Su autor, Tomohiro Nishikado, debe ser mentado y esta entrada no del todo tan tomada a la ligera.
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