Análisis – Splatoon (WiiU)
Y la Wii U vino a mí con un calamar bajo el brazo
¿Cuántas veces le hemos pedido a Nintendo una IP nueva? ¿Cuántas veces hemos llorado a Iwata y compañía por un multijugador decente en una de sus sobremesas? Ha costado pero lo han hecho, Nintendo se pone las pilas y crea un multijugador digno de la empresa japonesa que como si fuera un juego de Dreamcast y la extinta SEGA, la que tenía mayúsculas, está cargadísimo de personalidad y a la vez nos da, a precio reducido, un genial online que funciona aunque tenga algún que otro pero.
En uno de los Iwata Ask los creadores de Splatoon hablaban de como las primeras ideas del juego tenían como protagonistas a conejos y bloques de Tofu algo que obviamente no terminaba de calar, pero el tema de la tinta y sumergirse en ella sí y que mejor animal para ello que un calamar. Cuando llegó al E3 no tenían más que un 10% del juego realizado pero sí las mecánicas muy claras y sorprendentemente buenas.
Diversión en estado puro
Tras un tutorial en el que juegas cinco minutos y estás leyendo quince ya te dejan suelto por el menú de juego para que te dirijas hacia donde quieras. Lo que en un principio puede parecer una auténtica pesadez al tener que ir caminando entre zona y zona, el personaje es muy lento, rápidamente cambia al fijarte en la pantalla de gamepad de WiiU ya que desde ahí accedemos a un minimapa en el que se concentra todo lo importante del juego y que está a un simple toque de stylus economizando tu tiempo, algo de lo que siempre se encargará de hacer el título.
Splatoon es un shooter en tercera persona en el que lo importante no es acabar con tantos enemigos como puedas sino colaborar con tu equipo para rellenar la mayor extensión posible del mapa con tu color y evitar que el rival lo haga. Por supuesto para ello dispondremos de armas que dispararán pintura y si por el camino causamos bajas mientras vamos coloreando esa importante zona estratégica del mapa mejor que mejor al hacer perder así un tiempo esencial al equipo contrario.
Más que esencial casi sería imprescindible ya que las partidas amistosas territoriales de Splatoon duran tan solo tres minutos y la penalización por morir es de cinco segundos. He jugado partidas que han pasado de tener tres cuartos del mapa invadido por el color rival a treinta segundos del final a ganar por un mínimo porcentaje gracias a una actuación magistral de un rodillo. El multijugador es frenético y como he dicho economiza el tiempo de tal manera que cada segundo que estás dentro del juego es disfrutable hasta el punto de tener un minijuego mientras estás encontrando jugadores para la partida. Splatoon es Nintendo y Nintendo bien, de la que te entretiene sin exigirte un nivel de adicción de mil horas al Call of Duty pero que aun así tiene mecánicas que merece la pena dominar.
La más importante y la que marca una diferencia gigante con otros juegos es la posibilidad de convertirte en calamar. La transformación te permite ocultarte a los ojos del enemigo, bonifica tu velocidad de movimiento, te sirve de cobertura y recarga tu tinta, la pulsación de un solo te permite realizar todo a la vez, la aparente simpleza de Nintendo ilustrada en una mecánica tan potente como sencilla. Esta nos permitirá emboscar al enemigo, trepar paredes, escapar entre charcos de tu propio color si la cosa se pone muy peliaguda, saltar entre compañeros que están dispersos en el mapa para apoyarles, su usabilidad es tal que si un jugador de nivel 1 domina la técnica mejor que uno de nivel 20 no encontrará ningún problema para vencerle en un duelo aunque este haya desbloqueado mejor equipo.
Las armas principales pueden diferenciarse fácilmente por cadencia y potencia pero si tuviéramos que dar una similitud a algo más común, tendríamos pistolas, subfusiles, rifles, rifles de francotirador y escopetas. Una Salpicadora nos deja disparar más balas y dispersar más nuestra pintura pero no tiene tanto alcance como un Cargatinta que además deja un chorro de pintura por toda la extensión del disparo y sin embargo si la intención es colorear toda la zona el rodillo o el pincel harán mucho mejor su trabajo. Todas las armas tienen una subarma (granadas, minas, bombas) que casi agotará nuestra tinta pero también una superarma que podremos utilizar cuando su barra se llene por completo, algo que haremos a medida que coloreemos las zonas, y que puede inclinar la balanza a favor de tu equipo si se utilizan con cabeza. Splatoon puede parecer infantil y simple pero dominarlo totalmente requerirá un conocimiento de horas de juego y un cambio de chip de los shooters de toda la vida. Y no por ello dejará de ser divertido ni un solo segundo.
Los peros
Temible palabra y sin embargo necesaria. Tras el despliegue de color y buenos diseños, y una música de la que tengo que hablar en Music Sunday porque es sencillamente PERFECTA, también hay errores en el multijugador de Nintendo.
La primera de todas es la ausencia de partidas con amigos, podrás unirte a ellos si están jugando pero no crear una partida personalizada ya que tan solo tendremos el modo amistoso territorial del que ya he hablado y las partidas con rango en el que iremos subiendo de nivel nuestro inkling en unos combates donde nos disputaremos zonas concretas del mapa para sumar puntos. Esto se tendría que resolver en agosto pero esto es dentro de dos meses y no se entiende que no entrara con el juego aunque se pusiera a la venta a precio reducido.
Otro error estúpido es como nos obliga a salir del vestíbulo donde estamos con un grupo de gente que da buenas partidas para cambiar de arma o complementos. No hubiera costado nada ejecutarlo rápidamente desde el tabletomando mientras estamos esperando.
Finalizando, cinco mapas son pocos mapas. Entiendo la restricción a dos mapas por día para amistosos y otros dos para competitivos, Nintendo sabe que la base de jugadores de WiiU no es muy grande y dispersarlos más aún acabaría con la vida del juego de forma prematura pero tras dos semanas jugándolo se echa de menos al menos otros tres mapas para mayor variedad.
Lo que no comparto con muchos es el asunto del chat de voz. Creo que Splatoon funciona tan bien porque no tienes que aguantar a nadie gritándote al oído que cubras esa zona o te insulte porque has muerto de mala manera al no darte cuenta de la emboscada. La colaboración es lo único que te queda, fijarte en el minimapa y apoyar a tus compañeros sea como sea. En las partidas con amigos que incluirán en la futura actualización ya es otro cantar, ahí no estaría mal incorporar chat de voz para mejor sincronización y mayores risas, sobre todo por esto último.
También tiene su momento para la soledad
Además de buscar en las tiendas los últimos objetos con los potenciadores que nos interesan, e incluso acudir al mercado negro si hemos visto a algún inkling en la plaza con unas gafas monísimas para que nos las roben traigan a buen precio, cuando dejamos el apartado online del juego podemos dedicarnos a completar Distrito Pulpo, la campaña del juego.
Está ahí precisamente para descansar de los combates rápidos del multijugador y pondrán a nuestra disposición una treintena de niveles en los que descubrir nuevas mecánicas que nos harán desconectar de Puerto Jurel o Plataforma Gaviota. En mi opinión algunos elementos de estos niveles para un jugador, como los interconectores de tinta en el que podemos viajar a alta velocidad de un punto a otro o el chorrazo a presión, podrían utilizarse de manera sabia en el multijugador y darle otro giro más en futuros mapas.
Distrito Pulpo es un modo genial para no dejar Splatoon pero dejando a un lado la competición y los enemigos finales de cada zona son tan buenos que solo por verlos merece la pena pasarse la campaña. Y también por algún rediseño de arma bastante chulo.
“When the streets are a jungle there can only be one King”
Aunque en esta ocasión no tiene ningún competidor ya que WiiU perdió el beneplácito de casi todas las Third Parties en su primer año de vida pero si lo tuviera el ganador estaría más que claro. Splatoon tiene una personalidad arrolladora con los Inkling y Cromopolis, tiene una campaña para despistarte del online que es interesante y accesible, tiene complementos que coleccionar y potenciadores por descubrir, armas que desbloquear y un programa de DLCs gratuitos que irán aumentando tanto el número de mapas como el número de armas y todo ello con un multijugador al que siempre apetece volver porque es francamente divertido y muchos deberían aprender de su mecánica sencilla y original.
Algunos dan a Splatoon como algo que no parece estar acabado, al precio que tuvo de salida (se podía encontrar hasta por 31€) y la promesa de completarlo en los meses venideros en los que Nintendo no tiene una precisamente extensa lista de lanzamientos, Splatoon es justo lo que necesitas para no dejar a un lado tu WiiU y el juego que me ha hecho volver a divertirme con algo centrado en el multijugador.
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