Me han vuelto a pisar el Music Sunday ¿qué os parece?, esta semana habréis visto en varias páginas este vídeo, estoy convencido ya que no se le ha escapado a nadie. Nosotros en cambio somos así de vagos y tiraos y hemos decidido esperarnos al domingo para incluirlo en nuestra sección semanal dedicada a la música y es que le iba como anillo al dedo.
En uno de los pocos Daily Bundle que merecía la pena, no porque trajeran juegos malos sino más bien porque muchos de ellos ya los teníamos, Flight Bundle fue uno de mis favoritos al poder hacerte por un dólar con Race the Sun.
El juego es realmente simple: eres una nave que está echando una carrera contra el Sol y antes de que se ponga tendrás que haber atravesado el máximo número de regiones posible esquivando poligonales obstáculos y alcanzado una buena puntuación para ir subiendo de nivel y de esta manera dotar a tu vehículo de nuevos ítems y algún que otro poder. Partidas cortas, breves y que cambian cada 24 horas, en las que se irán intercalando las cinco canciones que componen su banda sonora y que te empujan a intentarlo otra vez.
Hay segueros, nintenderos, callofdutiers, battlefielders y un montón de fanáticos de casi cualquier videojuego, todos los que quieras inventarte de hecho, pero hay unos muy especiales que dedicaron horas de su vida al Fallout y no se arrepienten ni un minuto de ello.
Rara vez me meto a un MMORPG, normalmente siempre para probarlo un poco y decir: “joder…que puto asco, que aburrido, los odio. Hastaluego.” Muchos me dicen que es porque no juego con gente pero la cosa es que las mecánicas me resultan aburridas al igual que el gameplay y matar mil bichos o recuperar mil objetos para cumplir una misión. Y lo de que es más divertido jugar con gente, claro, pero es que es divertido jugar con gente a cualquier juego.
Después de mi puyita a los MMO de los domingos, el último en el que me he metido ha sido el Wildstar que ha entrado en beta abierta el día 8 y a la que aún tenéis tiempo de meteros para jugar hasta el día 18. Es muy Guild Wars 2, el problema es que tendrá mensualidades, la solución: podrás farmear y pagarte las mensualidades con dinero del juego. Sin embargo si está en este Music Sunday es porque la música es espectacular.
Como es domingo y Blizzard decidió ayer que tanto The Lost Vikings como Rock’n Roll Racing han tenido su momento de gloria y pueden ofrecerse gratuitamente en su página web me parece un domingo muy bueno para recordar lo loco que de su banda sonora que iba perfectamente en concordancia con los mundos que visitábamos con los tres vikingos.
Aparición mítica en la serie del Capitán Nintendo
¿Creíais qué me había olvidado? Nunca, Game Boy cumplía este pasado martes nada más y nada menos que 25 añitos desde su lanzamiento. Aquella consola que servía tanto para divertirse como para declarar la guerra en el recreo al golpear a alguien con ella y enviarle al hospital (bueno, esto es diversión también) fue muy importante tanto a nivel histórico situándose como una de las consolas más vendidas del mundo, como a nivel personal ya que fue mi primera videoconsola y la recuerdo con mucho cariño.
Felicidades atrasadas hermosa de 8-bits, es un placer que sigas funcionando aún incluso cuando el otro día casi me quedara ciego intentando jugar al Donkey Kong Land. Esta selección realmente personal de canciones en Music Sunday va por ti.
Hace unas semanas de aquel Humble Indie Bundle 11 que nos volvió locos a más de uno y más de dos, buenos juegos por todas partes y con la suerte de que en la segunda semana incorporaron uno al que tenía especiales ganas: Beatbuddy: Tale of the Guardians. El juego de los alemanes Threaks mezclaría música con acción y puzles en seis mundos dibujados a mano con un protagonista que parecía un Flubber azul con cascos. Pero algo me llamó la atención: era de los pocos juegos que venía sin banda sonora, sorprendido debido a la calidad de la misma me puse a indagar el porque de ese terrible error. Cinco minutos en Google me bastaron para entender porque no podían regalarla: copiosa calidad y tres euros en bandcamp eran la razones.
