Buenas ideas, pero pésima realización, así podríamos resumir lo que ha sido un fin de semana con bastantes altibajos en el que todo debería haber estado listo para garantizar el disfrute de los jugadores, ya fueran compradores del juego o gente que invitada por algún amigo tenía un pase para el fin de semana.
No hay nada mejor, en este nuestro universo paralelo de videojuegos donde todo es felicidad y demandas contra Blizzard, que un buen juego. Llegar a casa y ver ese sobre o paquete de UK, si sois pobres sabéis de lo que os hablo, y correr a abrir ese triple A de hace tres meses que te acabas de comprar porque por fin lo han bajado de precio. Quitarle el precinto, el olor a nuevo y las 8 o 12 horas siguientes de viciada que nos llevará a un final normalmente no tan satisfactorio como ha sido el resto del tiempo que has jugado pero con el que siempre sonreímos un poco viendo los títulos de crédito. Ya está, lo hemos conseguido, hemos salvado el mundo otra vez ¿puede haber algo mejor? Puede.
Siempre hay varios momentos en la semana de todo jugador en el que el título al que llevamos jugando horas pierde su “encanto” o bien necesita un poco de tiempo para asimilar lo bueno, o malo, que es viéndonos obligados a abandonarlo un rato. Sin embargo queremos seguir jugando, es nuestra afición, ya hemos leído nuestras páginas de turno sobre videojuegos, visto los últimos gameplays y trailers y hemos hecho todo lo relacionado con el mundillo pero lo que nos gusta de verdad es jugar, queremos jugar.
Todos hemos estado en ese punto crítico de duda, de “¿ahora que hago?”, de “no me apetece leer ni hacer punto de cruz”, de “quiero seguir jugando pero ¿a qué?”. No os voy a presentar alternativas palpables, eso muy personal para acertar, pero seguro que os podéis sentir identificados en cualquiera de las vías en las que habitualmente acabo cuando llego a esa pregunta.
¡Pero miralá! ¡Si es que está ida!
Con menos de una hora de duración, y por supuesto sin rastro de Watch Dogs, Ubisoft se presentaba a la Gamescom de este año con un buen puñado de juegos bajo el brazo. La sorpresa venía que todo ese montón de nuevos títulos tendrían algo en común: serían gratuitos. Ya fueran de navegador o descargar unos cuantos gigas todos los juegos de esta conferencia no costarían ni un duro, algo que como comenté antes, nos alegra y a la vez nos aterra.
Sony lo ha hecho muy bien este año en su conferencia. Ha sabido ver sus puntos débiles y los ha rectificado perfectamente dándole un gran protagonismo a PS Vita, el cual le fue robado en el pasado E3. Nuevas franquicias, grandes títulos y un mimo sin igual a sus first parties es lo que hace que Playstation esté un escalón por encima de Microsoft y a la altura, si no por encima, de Nintendo. Aunque lamentablemente seguimos sin noticias de The Last Guardian.
Tras el salto tenéis el resumen llenito de links a youtube para ilustrar lo que estáis leyendo.
El señor Miyagi de occidente
Igual que Capcom pero sin sorpresa final, así ha sido la conferencia de EA que ha durado su horita y media. Dead Space 3 orientándose completamente a la acción, Criterion haciendo de Most Wanted algo muy molón, balones de fútbol con FIFA 13 y shooters con hambre de multijugador con Medal of Honor Warfighter y Crysis 3. Si es cierto que se echa una sorpresa final si no es en forma de nueva IP, al menos en forma de retorno de algún clásico…pero supongo que este año toca esperar.
¡Qué debía de ser su cumple! O al menos el de los 25 años de Street Fighter
Nada nuevo bajo el sol. O prácticamente nada porque el montón de vídeos y gameplays que han estrenado pertenecían a viejos conocidos del E3 o incluso anteriores a él. De este modo y sin un maldito streaming, eso sí la han ido twitteando como han podido en la cuenta oficial de Capcom, hemos vivido esta conferencia en la que únicamente hay que destacar el final con una nueva IP llamada Remember Me que no tenía mala pinta en absoluto.
Tras el salto os dejo los vídeos de Devil May Cry, Lost Planet 3, Street Fighter X Tekken para PS Vita y el gameplay de Remember Me. Porque salvo a Yoshinori Ono vestido de Blanka en el escenario no os habéis perdido gran cosa.
