Análisis – Batman: Arkham City
Batman: Arkham City es un juego al que tienes que llegar virgen, no como si habláramos de una pareja muy católica que no folla hasta que se casa, no por dios, con esto quiero decir que voy a omitir casi por completo cualquier detalle de la historia incluida la típica breve introducción que no se considera spoiler pero que si arruinaría la sorpresa inicial.
Dark Knight Rises
En el 2009 Rocksteady dejó a cualquier estudio que antes hubiera hecho un mal título sobre superhéroes, un auténtico manual de cómo hacer las cosas bien. Arkham Asylum fue el primer videojuego con licencia de comic que recuerde desde hace diez años que realmente sorprendía y merecía la pena. Lo tenía todo: acción, sigilo, giros sorprendentes de guión, bastantes villanos, cambios de mecánica e incluso gracias a Enigma una rejugabilidad acertada y envidiada por cualquier desarrolladora que les quiera mirar a la cara; era redondo, prácticamente perfecto y Arkham City lo tenía difícil para superarlo. Pero lo consigue.
Y lo consigue con un claro ‘más grande, mejor’ ya que lo primero de lo que nos vamos a percatar en Arkham City es que ya no hay un patio que una las diferentes instalaciones, sino un buen número de calles y callejones llenos de esbirros esperando ansiosos recibir una paliza. Sin embargo, decir que Arkham City es un sandbox es un error. Batman: AC lejos de darte la libertad de un GTA es un juego bastante lineal, digamos que la ciudad es más bien una excusa, aunque una muy divertida, para darnos una sensación de falsa libertad. Tu puedes elegir el orden en el que realizas las misiones principales de la historia, las misiones paralelas que te van proponiendo otros villanos o incluso puedes salirte de madre e irte a resolver los acertijos y desafíos que te ha dejado Riddler por toda la ciudad ya que para eso eres el mejor detective del mundo, pero para de contar ya que una vez inicies una misión principal siempre comenzará con una pantalla de carga y entrando en un edificio en el cual, normalmente, el objetivo será ir del punto A al punto B pegando palizas a los enemigos o si tienen armas de fuego eliminándolos con sigilo, mientras completamos algún puzle sencillo y resolvemos poco a poco la trama. ¿Es esto por cojones malo? En absoluto. Si algo sabe hacer Rocksteady es que te intereses por la historia de Batman y querer saber siempre que es lo que va a pasar después. Puede que una vez terminado el juego te des cuenta de que al fin y al cabo has pasado gran parte del tiempo haciendo las mismas tareas en todas las misiones pero no te sentirás para nada frustrado ni te habrán parecido repetitivas ya que la ambientación y la motivación que te dan para completarlas es más que suficiente. O quizás no…
Es cierto, la historia es buena, tiene un desenlace que te queda rotísimo pero de nada serviría si no hubiera una jugabilidad a la altura y por supuesto Batman Arkham City la tiene. Manejar al hombre murciélago por toda la ciudad es una autentica delicia, es cierto que no tenemos un botón de salto como tal pero tampoco lo echaremos en falta a la hora de movernos por las calles e interiores de la ciudad entre otras cosas, porque es muy posible que estemos gran parte del tiempo saliendo despedidos de gárgola en gárgola o de tejado en tejado gracias a nuestra bat-garra. En cambio habrá zonas donde no podremos usarla o donde tendremos más ventaja usando otra forma de desplazamiento. Hablo de la magnífica capa de Batman, aún más magnífica si activamos Physx y hacemos arder nuestra tarjeta gráfica en la versión de PC, y de ir planeando de edificio en edificio o volando a toda velocidad hacia el enemigo para golpearlos con una patada doble en la cara.
Los desplazamientos por la ciudad son muy suaves algo completamente contrario a los duros puños con los que se toparán las caras de nuestros enemigos.
¡Hijos del mal!
El sistema de combate debía de estar a la altura ya que darnos de leches con diversos enemigos será lo que hagamos durante gran parte del juego. En lugar de aporrear botones como si de un hack’n’slash se tratara, Batman tendrá que contenerse y deberá atacar y contraatacar haciendo de cada batalla una especie de QTE enorme, más que nada porque nuestro tiempo de respuesta a la hora de repartir tortas y bloquear ataques es lo más importante en la lucha cuerpo a cuerpo. Los esbirros nunca vendrán solos, conscientes de que Batman les ha dado más palizas de las tolerables por un masilla cualquiera, irán siempre en grupo para intentar ponerle las cosas un poco más difíciles a nuestro héroe, es por eso que el hombre murciélago también se ha preparado para la ocasión y si vienen a atacarle en grupo al mismo tiempo, podremos realizar un bloqueo múltiple dando tantas veces al botón de contraataque como golpes se nos vengan encima. Sin embargo que vengan en grandes grupos no significa que sean todos iguales, si bien es cierto que no hay demasiada variedad de enemigos, sí será la suficiente para que en ocasiones nuestros reflejos no sean útiles a la hora de esquivar un golpe imparable a traición, habrá que aplicar diferentes tácticas. Es el momento perfecto de utilizar todos aquellos gadgets que la inmensa fortuna del señor Wayne puede comprar.
Ondanadas de hostias
Batman irá evolucionando a lo largo del juego gracias a la experiencia que nos va dejando cada uno de los enemigos derrotados, y con esta experiencia podremos acceder a Wayne Tech para comprar mejoras en nuestro arsenal y traje. Granadas de hielo, batarangs de diferente calibre, una pistola aturdidora entre otras tendrán una utilidad concreta durante la aventura pero también podremos aplicarlas en el combate, en ese momento agradeceremos que la gran mayoría de ellas tengan un atajo en el mando para dispararlas inmediatamente y no tener que estar seleccionándolas con el D-Pad que siempre es más cansado y menos práctico.
No obstante mejorar a Batman (menuda bobada, Batman es perfecto) también traerá consigo nuevos ataques que podremos aplicar cuando nuestro medidor de flow, nuestro contador de combos, la equis con el numerito arriba vaya, llegue a una cifra determinada. Para ello no podremos realizar ningún movimiento en falso, un ataque o bloqueo de sobra y el combo se perderá en el limbo. Eso sí la recompensa es muy satisfactoria al ver coreografías de lucha realmente espectaculares, en gran parte gracias al increíble trabajo que han hecho con las animaciones del combate (ya podrían aprender TODAS las compañías de Rocksteady), que acaban, o no porque puedes continuar el combo, con un ataque especial devastador.
Soy el terror que aletea en la noche…
Pero el héroe enmascarado no solo se servirá del cara a cara para derrotar a sus enemigos; en ocasiones irán armados y con dos o tres balas pueden acabar con nuestra vida fácilmente, de esta manera entra en juego el modo depredador. Ocultándonos en las sombras, en conductos de ventilación, debajo del suelo o en la ya clásica gárgola que tan de moda está en todos los edificios de Gotham, deberemos acabar con los enemigos mediante el sigilo y haciendo uso de nuestros bat-aparatos para despistarlos y hacerles caer en nuestras trampas sin que nos descubran. Pero en esta entrega vienen más preparados. Algunos de los matones tendrán gafas que detectarán el calor corporal de modo que si se les ocurre echar la vista arriba nos dispararan sin educación alguna, sin preguntar ni nada si no tenemos las mejoras adecuadas en nuestro traje. Otros en cambio tendrán en su posesión minas que irán colocando por el escenario y que serán activadas si pasamos demasiado cerca complicando nuestra tarea de clavar el cuchillo por la espalda al pardillo más próximo. Estas fases quizás sean de las más complicadas del juego porque si estás en una nivel de dificultad alto el hecho de que te pillen significa normalmente tener que volver a empezar desde el principio debido a la cantidad de daño que recibirás en cuestión de segundos.
Los villanos, la antítesis del superhéroe, lo que les da la vida y lo que se la arrebata. Batman no sería nada sin un buen puñado de chalados que caminen por Arkham City y nos lo han querido dejar muy claro ya que su presencia en la ciudad es bastante amplia. Harley Queen, Joker, Hugo Strange o Dos Caras son algunos de los que hemos podido conocer en vídeos y demostraciones del juego, sin embargo habrá bastantes más durante el mismo que no solo nos invitarán a que les partamos la cara sino que incluso nos veremos obligados a establecer frágiles alianzas con ellos provocando que el número de misiones secundarias se multipliquen. Muy ingeniosa la manera de Rocksteady de dar algo más de duración al título sin hacer que perdamos el interés al meter por medio aún más enemigos de Batman.
Y un villano, normalmente, significa una batalla final. Si bien es cierto que hay un par de ellas que son muy espectaculares en cuanto a medios y ejecución del enemigo, hay otras que brillan bastante poco, especialmente las de Catwoman, y se limitan a peleas multitudinarias y en las que de vez en cuando sucede algo fuera de lo común o a veces ni eso. También hay que decir que gran parte de los villanos secundarios forman parte precisamente de esas misiones paralelas para alargar la vida del juego y evidentemente no iban a tener mejores batallas que aquellos que ilustran la historia principal, pero un poco más de fuegos artificiales no se hubiera echado en falta. Sin embargo cada uno de los secundarios nos propondrán diferentes tipos de retos durante la partida provocando que las misiones entre unos y otros no se parezcan demasiado y añadiendo esa sensación de variedad en el juego que tanto agradecemos los jugadores.
Y de postre
Cuando finalices la historia hay un gritón de medallas que desbloquear en los desafíos, tres pruebas en las que demostrar tus habilidades como luchador o depredador que puedes jugar las veces que quieras gracias a las ventajas y desventajas que puedes añadir al nivel y que harán que sea más complejo o sencillo. Por ejemplo hay una desventaja que hace que un enemigo se vuelva invencible y dicha invencibilidad vaya saltando aleatoriamente entre ellos complicando la batalla, o una ventaja que te permite ir recuperando vida a lo largo de la partida. Son pequeños detalles interesantes que alargan la vida útil del juego. Además tendrás los DLC de Robin y Nightwing para obtener nuevos escenarios y nuevos personajes a los que controlar, que en el fondo no son más que un Batman con menos gadgets.
No podía terminar esta pequeña reseña sin hacer mención al doblaje en castellano, es cierto que nos quedamos sin Luke Skywalker (Mark Hamill) en su última aparición como Joker, ya que él mismo dijo que no lo volvería a hacer, pero lo que también es verdad es que no le he echado en falta nunca gracias a la increíble interpretación de los actores de doblaje entre los que se encuentra el mismo que pone la voz a Christian Bale y consigue que te metas aún más en el papel de Batman. Un poco peor son las de los esbirros de los villanos, Batman escuchará sus conversaciones todo el tiempo y sí es cierto que a veces dejan escapar pistas sobre que está ocurriendo en Arkham City pero muchas veces no dicen más que bobadas que no llevan a ninguna parte, y claro acaban aburriendo. Afortunadamente aterrizar sobre ellos y escuchar el sonido de los contundentes golpes en su cuerpo es recompensa suficiente.
Batman: Arkham City es un juego que no te va a decepcionar en absoluto. Como he dicho al principio, siguiendo la premisa Bigger, Better Rocksteady nos ha dejado otra lección de saber hacer, de entender a un superhéroe y saber crear un juego alrededor de su universo. Las doce horas aproximadamente que te llevará hacer gran parte de las misiones paralelas y completar el modo historia son más que suficientes para justificar su compra ya que, incluso si no vas a dedicar tiempo a los desafíos, la intensidad de esos momentos y el querer saber más acerca de Arkham City merecerá la pena.
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