Análisis – Monument Valley (iOS)
Mirar las cosas de una manera o de otra lo es todo, es ver el vaso medio lleno o medio vacío, engañar a tu sentido de la vista o moverte hacia la posición adecuada del sol para que tu sombra parezca que está haciendo guarradas a la novia de tu amigo. Monument Valley toma una mecánica que muchos habíamos olvidado desde aquel lejano Echochrome de PSP y la mejora en una breve pero intensa experiencia que no deberíamos perdernos.
Ojalá Ustwo, los desarrolladores del juego, hayan venido para quedarse. Monument Valley es su primera incursión en el mundo de los videojuegos pero llevan muchos años trabajando tanto en el diseño como en la programación y con clientes de la talla de Google, HTC o incluso H&M.
Este juego, de duración escasa, nos pondrá en la piel de la Princesa en la búsqueda de La Sagrada Geometría. Unas pocas líneas bastarán para contarnos una historia ligera en la que poco a poco descubriremos cómo se fusionan ciertos elementos del escenario con el cuento que uno de los cuatro personajes quiere narrarnos. No obstante no será lo más importante de Monument Valley.
Hay muchos juegos minimalistas en el mercado, algunos buenos y la mayoría simplemente vagos, en cambio el juego de Ustwo da un paso hacia adelante en el minimalismo y se hace uno con el diseño de escenarios imposibles. La mecánica es bastante sencilla y como dijimos recuerda a Echochrome y más recientemente al genial Fez: deberemos girar el escenario o modificar ciertas partes del mismo para que la Princesa consiga llegar de A a B. Simple y realmente eficiente.
Es imposible aburrirse de él, entre otras cosas porque a lo sumo te va a durar dos horas pero esas dos horas serán realmente intensas. Descubrir como ciertos caminos se unen al tocar un elemento o mandar a paseo las leyes de la gravedad y comenzar a caminar por las paredes para evitar a una urraca que nos tapaba el camino es deliciosamente fácil de ejecutar a la par que satisfactorio. Es posible que los puzles no sean los más complicados a los que nos hemos enfrentado en un videojuego, sin embargo el descubrir rápidamente la solución o ir paso a paso sin equivocarse porque estás por delante de lo que te exigen es una auto recompensa perfecta para el jugador. Lamentablemente la rejugabilidad es totalmente nula al no existir diferentes formas de acceder a los mecanismos o las puertas en las que debemos entrar, esto juega en contra de la durabilidad del título pero a favor en el diseño de niveles.
Para terminar de redondear el producto, todavía adaptándose a Android pero que podéis comprar por 3,59€ en la App Store para iOS, la música juega con los efectos de sonido que realiza el escenario al modificar parte de él. Recuerda a aquel increíble Jim Guthrie de Superbrothers, es tranquila, casi mágica y camina totalmente de la mano con el género del título y los minimalistas pero geniales diez niveles con los que cuenta el juego. Si tenéis unos eurillos en vuestra tarjeta, Monument Valley debería ser compra obligada y uno de los GOTY para tablets y smartphones del año sin ningún tipo de duda.
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