Vida y muerte de Flappy Bird
Un buen día te despiertas en tu vida de programador y dices: voy a hacer algo simple y sencillo, que entretenga, sin pretensiones…y lo subiré a App Store y Play Google, a ver que pasa. Este probablemente fue el primer pensamiento de Dong Nguyen, creador de Flappy Bird, que subió su aplicación el año pasado pero que hasta hace tan solo un par de semanas no ha visto como le llegaban a su casa montones y montones de paquetes con dinero.
Hoy ha dicho que se rinde, que en unas horas retirará el juego de la tienda, que esto le sobrepasa y que nunca quería que sucediera algo así. Ajam.
Cogiendo unos cuantos assets, que podría traducirse en un lenguaje mortal como los elementos gráficos de un juego, de Super Mario World y realizando un juego tan simple como infinito y adictivo consistente en tocar la pantalla para que el «pajarito» aletee y de esa manera vaya atravesando el hueco entre dos tuberías que aparecen de manera aleatoria, ha conseguido en poco tiempo más de 10 millones de descargas a nivel mundial. Un botón de start, un icono para ver los leaderboards (claramente hackeados) y ni tan siquiera una pantalla que al presionar el botón de regresar en Android te pregunte si deseas salir o no ¡DE HECHO NO PUEDES SALIR DEL JUEGO!
A nivel de programación es poco más que una demo realizada con amor, a nivel artístico es absolutamente una copia de elementos de Super Mario World, hasta el pájaro es un pez del Mario con labios/pico, y como juego ha creado un debate sobre como la gente no tiene ni idea de lo que quiere y que especular con el éxito que puede tener un título es poco más que azar. Gears Inc. nos ha demostrado como con muy poco se puede tener éxito pero jamás esperaron tanto.
¿Por qué tanto éxito?
Internet es el auténtico boca a boca del siglo XXI. En cuanto vemos algo por una red social, blog o YouTube deseamos informarnos más sobre ello, entre otras cosas porque es tan simple como teclear cuatro palabras en Google y tener todos los datos que queríamos en cuestión de segundos. Por supuesto la velocidad de este boca a boca es vertiginosa. Hace poco menos de dos semanas PewDiePie, popular YouTuber gamer, creó un vídeo en clave de humor en el que nos pedía que no jugaramos al Flappy Bird, obviamente como seres humanos que somos, cuando se nos niega algo deseamos hacerlo con más fuerza que antes, por ello se siguen haciendo unfair games. Y la bola empezó a rodar llegando incluso a Vine, lugar en el que la inmediatez y las risas caben en pequeños vídeos de 6 segundos de duración y que muchos Viners no dudaron ni un momento en aprovechar el tirón del juego haciéndose incluso más popular.
Dong Nguyen estaba contento, cada día en Twitter amanecía con mil seguidores más y respondía a todos los que podía dando las gracias o resolviendo dudas sobre el juego. Hoy en cambio todo ha dado un giro de 180º: «Lo siento usuarios de ‘Flappy Bird’, de aquí (20:00h aprox) a 22 horas, retiraré Flappy Bird. No lo aguanto más.«. Lo deja. La fama es demasiado para él, gana demasiado dinero, no necesitaba tanta notoriedad, no deseaba nada de esto. Eso sí no dejará de crear juegos, no lo vende porque dice que sus cosas son suyas y por supuesto aclara que no tiene nada que ver con el miedo a las demandas que Nintendo pudiera ponerle por aquello de utilizar cosas que no son suyas para beneficio propio. Eso sí, se va con los bolsillos bien llenos ya que al día el juego le hacía ganar unos 36.000€.
Nadie en sus cabales se aleja de una mina de oro, Flappy Bird es el culmen de la suerte que muy pocas personas consiguen tener en las tiendas digitales de Android e iOS y el señor Nguyen quiere dejarlo correr. Quizás la historia que publican en PocketGamer también tenga algo que ver.
El concepto de Flappy Bird es simple y directo, lo hemos visto en minijuegos en flash y hace muchos años que la mecánica fue inventada con Balloon Fight ¿cómo es posible que nadie hubiera tenido esa idea antes? Obviamente, ya estaba inventado. Piou Piou data del año 2011 y fue creado por Kek, desarrollador de Zanorg, quien el otro día colgó en Twitter una imagen de Flappy Bird colocada al lado de su juego. El parecido es más que sospechoso a pesar de que Dong negó conocer la existencia de ese juego.
¿Pero que importa? Flappy Bird ya no estará mañana en las tiendas de Apple y Google, habrá desaparecido de nuestras vidas porque de esos más de diez millones de descargas dudo que más de un 50% vuelvan a abrir la aplicación y poco a poco todo este ridículo momento ‘juego de moda’ acabará llegando a su fin. Quedémonos con los daños hechos: con un desarrollador que ha visto como su obra era calcada y que solo tiene 10.000 descargas en la tienda de Android, con un programador que se ha chocado de lleno contra el muro de la fama sin esperárselo y ahora huye de ella mientras se le caen los billetes de la cartera y con un mensaje muy jodido: No tenemos ni idea de que será lo siguiente que lo va a petar y cuanto antes lo entendamos antes podremos seguir pagando a Platinum para que haga juegos. O puedes hacerte amigo de algún YouTuber y que este te promocione el juego.
Jamás lo había visto en su primera versión. Ni siquiera sabía que había nacido bastante antes de que se pusiera tan de moda.