Music Sunday: Bust-A-Groove

bust a groove

El boom de los juegos musicales estaba comenzando con Playstation. Beatmania, Guitar Freaks, Parappa The Rapper, DDR, todos aparecían en sus primeras versiones mostrando un nicho de los videojuegos que hasta entonces no se había explotado demasiado. Mentiría si dijera que Bust-A-Groove fue mi primer juego musical, otro día os hablaré de mi explosión de cabeza cuando probé el Beatmania de GameBoy, pero si fue el primero con 3D, un sistema diferente al resto de juegos de la época y que me pico inicialmente con ese puchum puchum dance que tenía el interior de ese CD de 989 Studios.

Es un poco tramposo hablar de un juego de música en un Music Sunday, pero también es cierto que no se trata de un Rockband o un Guitar Hero. Bust-A-Groove tenía sus canciones propias creadas para la ocasión y aunque todas tenían un gran toque dance/techno/hiphop eran bastante diferenciables al igual que los 12 personajes incluidos.

El sistema de juego consistía en ejecutar una serie de combos rápidos de botones siguiendo el ritmo de la canción, alargándose y haciéndose más complicados (incluso bifurcándose para variar y no se siempre el mismo) a medida que cogíamos velocidad con su correspondiente recompensa en puntos. De ahí, sus sistema era novedoso pero acababa cansando, que también incluyera la posibilidad de entorpecer a tu rival en la pista de baile con un ítem que le hacía interrumpir su combo o incluso con finishers que centraban la atención en tu personaje y te daban un buen montón de puntos.

Bust-A-Groove tenía canciones muy de la época, de ir a la discoteca en tus años de teenager y partirlo haciendo el movimiento ese loco de dar vueltas a las manos que heredamos de nuestros padres cuando eran unos hippies discotequeros. 2 Bad es la canción con la que empieza siempre nuestra partida, creo recordar de hecho que no variará incluso aunque elijas a Heat, un ritmo acelerado y que raya hasta lo indecente pero que es perfecta para aprender y que te vayas metiendo en harina ya que si eras como yo de pasar como de la mierda de los manuales, te costará adaptarte a algo completamente nuevo.  El gagnsta de Strike tenía Power como canción y sonaba como si Michael Jackson se hubiera tragado un vinilo de hip hop e hiciera scratching en su interior, algo bien y algo mal, buena canción que tenía como escenario una cárcel (CRAZY BIATCH). Hams bailaba al son de I Luv Hamburgers que junto con Capooeira, eran ese par de canciones que debe tener un juego para no cansarte, algo más relajadas que el resto.

No es plan de ponerme a comentar personaje por personaje su canción así que os dejo con la lista en youtube y Flying to Your Soul que no era ni más ni menos que la última canción en la que nos teníamos que enfrentar al boss Robo-Z antes de ver nuestro ending de menos de un minuto. Bust-A-Groove era disfrutable y aún más al lado de amigos/hermanos picándoos para ganar…y musicalmente no estaba tan mal para los noventa.

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